Las leches vegetales son una perfecta opción para sustituir la leche de vaca. En general son más fáciles de digerir porque no contienen lactosa. Son muy bajas en grasas y son una gran fuente de vitaminas y minerales. Te contamos cuáles debes conocer e incluir en tu dieta.
Actualmente, son muchas las personas que han sido diagnosticadas con alergia a la proteína de leche de vaca o con intolerancia a la lactosa y por este motivo, deben buscar alternativas.
Si este es tu caso, compartimos contigo algunas de las leches vegetales más consumidas y las propiedades que se les atribuyen
Leche de Soya
Entre las leches vegetales más consumidas encontramos la leche de soya. Es una de las más antiguas, con origen en China y extendida en América y Europa a lo largo del siglo XIX.
Un estudio del año 2015 señaló que quienes consumen habitualmente leche de soya han disminuido su riesgo de enfermedad cardiovascular y cáncer, así como los síntomas posmenopáusicos. Esto se debería al alto contenido de isoflavonas.
Algunos estudios en animales habían sugerido que estas sustancias podrían afectar negativamente la tiroides, el seno o el útero en mujeres posmenopáusicas. Sin embargo, las últimas investigaciones en humanos han concluido su seguridad para el consumo de personas.
Leche de almendra
La leche de almendra estaría indicada para niños en crecimiento y para personas que estén bajas de energía y necesiten un complemento alimenticio.
Esto se debería al alto contenido nutritivo de las almendras.
Además, aportaría vitamina E, calcio, hierro, magnesio y fibra. Este último componente favorecería la prevención del estreñimiento, mientras que su contenido de hierro podría ser beneficioso para quienes padecen de anemia.
Por otra parte, las almendras son ricas en antioxidantes, unas moléculas que se ha comprobado lucharían contra los radicales libres, combatiendo el envejecimiento prematuro y previniendo ciertas enfermedades crónicas, como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
Finalmente, podría ser considerada beneficiosa para el desarrollo cerebral y muscular debido a su aporte de potasio (79mg/100ml).
Leche de avena
Según un informe de la Fundación Española de Nutrición, el consumo de avena se asociaría a una leve disminución del peso corporal. Gracias a su fibra y efecto saciante, se cree que la leche de avena sería beneficiosa para quienes desean perder peso.
La avena es rica en carbohidratos y fibra (5,6mg/100g), además de aportar ácidos grasos esenciales como el linoléico, antioxidantes y vitamina E.
Por otra parte, antiguos estudios señalaron que el consumo de leche de avena podría ayudar a disminuir el colesterol total y el colesterol malo debido a su contenido de betaglucanosos. Sin embargo, nuevas investigaciones serían necesarias.
Leche de arroz
La leche de arroz no debe confundirse con el «agua de arroz» (usada a veces contra la diarrea). Esta leche está elaborada con granos de arroz frescos, molidos, cocidos, y fermentados. Sería ideal para personas celíacas al no contener gluten.
Se considera además que sería de fácil digestión y tendría un efecto relajante, debido a su contenido en triptófano y vitaminas del grupo B. Por otra parte, un artículo publicado en Journal of Food Science and Technology sugirió que podría llegar a ayudar a disminuir el colesterol y la hipertensión, además de tener efectos antioxidativos y antiinflamatorios.
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